28/9/16

Cada vez más hombres se someten a tratamientos con bótox [28-9-16]


Cada vez más hombres se someten a tratamientos con bótox

Lo utilizan para evitar la sudoración axial y quitarse las arrugas del entrecejo

Los tratamientos con bótox ya no son sólo utilizados por las mujeres, sino que cada vez es mayor el número de hombres que decide someterse a esta técnica para quitarse las arrugas del entrecejo y, especialmente, para prevenir la sudoración axial, ya que son ellos los que más «problemas sociales» suelen tener con las marcas que provoca el sudor en la ropa.

Así lo ha asegurado a Europa Press el especialista de medicina estética de la Clínica Londres, Antonio Muñoz, quien ha recordado que la piel de los varones suele ser más gruesa que la de las mujeres y, por consiguiente, las arrugas están más pronunciadas. «Actualmente el porcentaje de hombres y mujeres que se filtran bótox para prevenir el exceso de sudoración es casi del 50 % aunque, también, son muchos los hombres que se quitan las arrugas de expresión del entrecejo», ha recalcado este especialista cuando se cumplen 10 años de la aprobación del uso estético de la toxina botulínica (bótox).

La edad media de las personas que utilizan este tratamiento suele rondar los 30 años pero, ha apostillado Muñoz, depende de lo deteriorada que esté la piel. Y es que, hay pacientes con 27 años que tienen ya las arrugas pronunciadas y, otros de 50 años que por sus características no lo necesitan.


Resultados entre las 48 y las 72 horas

En concreto, la toxina botulínica inhibe la acetilcolina de las terminaciones nerviosas, lo que provoca que los músculos en los que se relajen y no se formen arrugas de expresión, que son aquellas que aparecen cuando se contraen los músculos y provocan un pliegue en la piel. Los efectos no se perciben de inmediato, sino que comienzan a hacerse visibles entre las 48 y las 72 horas siguientes y tienen una duración de, aproximadamente, unos cinco o seis meses.

En este sentido, el experto ha asegurado que no suelen existir efectos secundarios y que, «en raras ocasiones», aparecen síntomas de pesadez que «desaparecen» al cabo de dos o tres días. No obstante, a las 4 o 5 horas del tratamiento no es recomendable acostarse, ni masajear la zona durante las primeras doce horas. Además, es importante poner especial cuidado al extender cremas o lociones y evitar la exposición solar de la zona tratada los días siguientes.

Asimismo, Muñoz ha rechazado la idea de que el cuerpo genere anticuerpos con las inyecciones y ha recordado que para que se produzcan estos síntomas o la piel parezca de «cera» se tienen que inyectar «25 veces más de las dosis recomendadas». Sin embargo, ha recalcado, en medicina se utilizan dosis muy pequeñas y no se han descrito inmunizaciones.

«La finalidad del bótox es que, conservando la expresividad, se atenúen las arrugas pero no se provoque que el rostro sea como de cera. Por ello, es muy importante adecuar cada tratamiento de manera individualizada», ha comentado. Dicho esto, el experto en medicina estética ha recordado que antes de inyectar la toxina botulínica es necesario realizar un historial clínico del paciente, dado que está contraindicado para aquellas personas con enfermedades neuromuscular y que tengan «su base en el punto de acción del bótox».

Por último, el experto ha realizado un repaso por los diez años que lleva implantado esta técnica y ha asegurado que, después de que la sociedad se haya concienciado de que no es un relleno, el bótox se ha convertido en «el rey de los tratamientos faciales».


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