24/5/10

Hombres deben cuidarse de la vigorexia *


Hombres deben cuidarse de la vigorexia

Los parámetros en cuanto al cuidado estético han cambiado. Ahora no son sólo las mujeres quienes desean verse bellas –según los patrones establecidos por la sociedad– sino también los hombres, quienes hasta pueden llegar a padecer trastornos alimenticios.

Si bien es cierto, son conocidas las enfermedades como la anorexia y la bulimia, comunes en el género femenino, cada vez son más frecuentes los casos de hombres que por afán de copiar modelos de belleza, llegan a padecer de vigorexia, afirmó Denny Molina, nutricionista del Instituto Nacional de Nutrición (INN).

Según la experta, la vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una distorsión de la imagen corporal del hombre, lo cual origina que la persona se vea muy delgada, aun y cuando no lo esté.

En otras palabras, la vigorexia es una creencia falsa que incita a quien la padece a someterse a rigurosas rutinas de ejercicio y al consumo de alimentos para ganar masa muscular. “Estas son personas que se ven extremadamente flacas, y en muchas oportunidades llegan a aislarse de su entorno para entregarse a un gimnasio”.

Dicho trastorno es generado en gran manera por la influencia de los medios de comunicación social. “Cuando vemos a los superhéroes en las comiquitas o películas, nos los presentan con un abdomen bien definido. Los niños son quienes van visualizando ese estereotipo desde pequeños. Tanto la publicidad como la moda, eso es lo que te vende”, dijo.

Riesgos alimenticios

Una de las características de quienes padecen de vigorexia es el excesivo consumo de carbohidratos y proteínas, de complementos alimenticios e incluso de hormonas anabólicas, conocidas como esteroides. Este trastorno no tiene edad, pues es común tanto en adolescentes como en adultos de diversas edades.

Lo cierto, es que el consumo de proteínas y carbohidratos en exceso, así como de suplementos vitamínicos y esteroides puede causar taquicardia, fallo en la irrigación sanguínea, problemas renales y hasta un paro cardíaco. “Cuando se ingieren alimentos en exceso, el organismo debe trabajar el doble en depurar ese exceso, lo cual genera desequilibrios”.

Por ser un trastorno de la imagen corporal, la vigorexia viene acompañada de baja autoestima y negación del problema, por lo cual debe ser tratada por un equipo multidisciplinario integrado por un nutricionista, un médico general y un psicólogo o psiquiatra, refirió.

Deporte = salud

Para Zahidt Torres, instructor de un gimnasio de la ciudad, desde hace 10 años, y alumno de la Federación Venezolana de Fisicoculturistas, no hay que confundir el deseo de verse bien de una manera sana, con la vigorexia. “Pienso que el deporte es salud y todos desean una imagen agradable, sobre todo por su bienestar”, expresó.

Según Torres, es muy importante que a la hora de hacer ejercicios la persona chequee su estado de salud para evitar complicaciones. “Si llega alguien con una hernia, por ejemplo, hay ciertos ejercicios que no puede realizar. Debe tratarse con sumo cuidado”.

“No sólo las mujeres acuden al bisturí para ‘mejorar’ su apariencia física”

Hoy son más frecuentes los hombres que recurren a la cirugía estética con el fin de ‘mejorar’ su apariencia física, aseguró Raúl Rodríguez, cirujano plástico.

En ese sentido, expresó que la mayoría de estas personas recurren al uso del bisturí porque sienten que con unos grandes pectorales o un abdomen bien definido, podrán alcanzar muchas de las metas que se proponen.

Dicha creencia –sostiene–, es reforzada por los medios de comunicación social, los cuales fomentan esta imagen como un patrón a seguir.

“Cuando tú ves la televisión, el modelo de hombre que te pintan es uno con un cuerpo definido, que tiene al lado a una mujer hermosa, y consigue el mejor empleo (…) ese es el patrón que todos quieren seguir”, comentó.

Entre las cirugías más comunes realizadas a los hombres están: la abdominoplastia e implantes de pectorales, acotó

Sin llegar al extremo

Para Rodríguez, tanto en mujeres como en hombres, el uso de la cirugía plástica no es perjudicial siempre y cuando la persona esté segura de lo que desea hacer y sin caer en los excesos.

Explicó que antes de practicarse cualquier intervención, el paciente debe estar consciente de por qué desea la operación. “Siempre converso con ellos y les pregunto por qué desean operarse. Pienso que si una persona lo va a hacer porque desea sentirse bien, no está mal, pero sin caer en los excesos”, refiere.

En ese sentido, expresó que el problema de este tipo de procedimientos es que cuando una persona se realiza una intervención, generalmente llega a operarse por segunda vez. “Uno llega a ver personas que quieren operarse dos o tres veces el rostro, por ejemplo, y llega un momento que el tejido ya no está apto para eso”, señaló.

Personal idóneo

El especialista aclara que, pese a lo que se piensa, la cirugía plástica presenta serios riesgos para la salud cuando esta es efectuada por personas no calificadas. “No todo el mundo puede operar, siempre debe ser un médico con postgrado en cirugía estética”. LG

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